Ojos de Garza. Una ventana al mar.

Después de un día de trabajo en el aeropueto de Gran Canaria, la semana pasada, a diez minutos andando encontré una playa, Ojos de Garza. Las casas están tan pegadas al mar, que las ventanas parecen cuadros. Allí hice un retrato a un surfista. Desde la suya penetra el mar en su pequeña habitación. Por si no es suficiente, tiene un cuadro de otra playa en la pared de enfrente.
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