Barranco de las Gloces, en Fanlo (Huesca). La garganta que penetra en la roca caliza del río Ara forma un recorrido de gran belleza, oscuro y estrecho, moldeado por la escasa luz que entra a media mañana, que lo convierte en un lugar espectacular. Sencillo y disfrutón, con toboganes y saltos.